viernes, 14 de agosto de 2015

En Guanajuato

En Guanajuato

Escrito por 
el 6 noviembre, 2013 43  6 Comentarios
Otra ves aquí, con esta cuatro años que regreso.
Y todo para que… para ver si la encuentro. 
Ella mi Raquel ¿Cómo estará? No creo que muy cambiada la recuerdo tan bella, tan grácil y tan fuerte.
¿Pero porque fue que la perdí? Realmente… No recuerdo la causa.
Nos encontrábamos tan bien, tan compenetrados los dos; sabíamos lo que queríamos al menos eso creí yo.
Diez días, fueron; diez maravillosos días, desde que la vi. En la plaza de San Roque venia con sus amigas, era la mas bonita; la mas alta, la mas blanca, su cabello castaño enmarcaba un ovalo perfecto.
La apretada camisa de vaquero parecía reventar por la turgencia de sus senos perfectos.
Sus larguiísimas piernas rematadas en su bella cadera que apenas contenían los vaqueros azules de mezclilla,sus pies…
Pero ya no quiero abotargarme de recuerdos.
Quiero encontrarla:.
Ah que feliz semana la que pasé a su lado.
Recuerdo que no encontraba la forma de llegar a su lado y hacer que me mirara.
Ya se. Oye perdona pero veo que tienes el programa ¿Me dirías a que hora se presenta la Fitzgerald en la Alhóndiga?
-¿Quien? Me respondiste: -Ella  Fitzgerald la cantante de Jazz y música Negra.
-¿A Ti te gusta esa música?
-¿A Ti no? Si quieres vamos juntos y te explico lo poquito que se sobre el canto de los  negros y como se derivo el Jazz de la música esclava.
-Parece interesante, nos miramos ahí en punto de las seis.
-Vale te dejo nos vemos a las seis en la Alhóndiga…
Que me iba yo a alejar, nomás lo suficiente para que no me vieran y perderme entre la gente pero sin quitar mis ojos le su cabeza que con el reflejo del sol brillaba con visos de cobre por momentos.
¿Qué les digo? No se ni como terminó la representación que estaba viendo, las seguí hasta su hotel, deje que subieran a su alojamiento y me acerque a la recepción y pedí habitación para mi por tiempo indefinido.
Rápidamente fui con los amigos con los que estaba tomé mi maleta y les dije que no me buscaran que yo los encontraría al final del festival o después en la escuela después de regresar…
Nada más se sonrieron hicieron bromas como las que se acostumbran en estos casos y los deje intrigados
De regreso al hotel deje mi maleta en el cuarto y me aposté en el Lobby a esperar.
Ya cerca de la hora abandoné mi lugar y me aposté en la esquina contraria a donde tendrían que dirigirse para llegar al lugar del Concierto; no quería que pensara que las había seguido les haría creer que por coincidencia yo también me encontraba hospedado en el mismo hotel que ellas.
Que tarde feliz la que pasé a su lado resulto que sabia más de Jazz que yo y conocía a todos los grandes de esa música, lo que me hizo creer cuando le pregunté por la cantante solo fue estrategia de su parte ya me había echado el ojo según me confesó más tarde.
Sus amigas querían ir a bailar les propuse llevarlas a un lugar que conocía en la carretera panorámica junto al a estatua del Pípila.
Aquel mitológico héroe de la Independencia de México que se ató una lapida a la espalda para acercarse a quemar el portón de la Alhóndiga lugar en donde estaban atrincheradas las Realistas tropas del Virrey.
Mas que bailar la pasamos en la terraza admirando la belleza de la ciudad colonial y besándonos interminable mente con fruición, con embeleso, haciendo que nuestros cuerpos reaccionaran al unísono con la misma intensidad en cada caricia y en cada beso.
Después en el hotel nuestra entrega fue total, ninguno de los dos era ya virgen y sin embargo fue la primera vez que hicimos el amor; total completo; interminable, fueron horas y horas de sublime euforia, un torbellino de sensaciones jamás sentidas, embriagadoras hasta que al fin haya en la madrugada me preguntó.
-¿amor que hora es?
-¡Diez minutos; después del paraíso!
Le respondí feliz y nos dormimos…
Fueron Diez Días como jamás viví
Y llego el ultimo, no queria yo que se marchara le propuse casarnos, ir a pedirla, llamar a nuestros padres me embriague a solas con ella en nuestro cuarto hicimos el amor y me quedé dormido.
A la mañana ya no estaba…
Desde entonces he venido al Cervantino año con año tan solo a buscarla, con la vana esperanza de encontrarla.
No se quizás ahora tenga suerte…
¡Por supuesto que Si!
¡El mismo rostro!
¡El cuerpo que recuerdo!
Enfundada en mezclilla como siempre…
¿Un Niño? ¡Porque no! Cuatro años para entonces.
Me esta mirando. La voy a tropezar…
-Perdón… ¿Rebeca?
-¡Javier eres Tú!
-¿Pero que sucedió?
-¡Llegaron mis amigas!
-Y te fuiste…
-Tu te querías casar: Estabas loco
-No, no era solo el alcohol; no te pude olvidar.
.Ni yo tampoco
-Entonces ¿El? ¡Y se llama?
Javier…
-¿y que has hecho?
Esperar… ¿Y Tu?
Buscarte.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario