Ya no tengo diez años

Pero si los tuviera, entonces lo vería.
La murria que me daba al despertarme
y sin embargo, al solo sonar de la campana
saltaba a la ventana.
La torre de la iglesia, el campanario
la nube que rasgaba el pararrayos.
Oír las palomas en arrullo
Y el día que despertaba.
Todo era alboroto al levantarme,
Los pájaros trinando, los perros y los gallos,
El ruido de ollas y sartenes y…
Mi Madre cantando en la cocina.
¿Y afuera? Afuera la apoteosis.
El sol empujando a la alborada
jalándole las trenzas, igual que nosotros
los muchachos a la niña en la fila.
Así empezaba el día de mis diez años,
Ya… No los tengo ah… Si los tuviera.
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