Brumas

En la ardorosa espera
de tu presencia esquiva.
Se amontonan las horas
en lagunas sin tiempo.
Sé bien que tus ausencias
no las causa el olvido.
Que tu espíritu llora
porque no ardes conmigo.
Y mi tiempo se agosta
contando las esperas,
de un amor que no duele…
Porque se sabe vivo.
Y seguirá esperando
mi corazón cautivo,
a que llegue el momento
de un encuentro furtivo.
Te abrazo en la distancia.
Y despierto o dormido.
No pierdo la esperanza
de tenerte conmigo.
Mi corazón salvaje
que no aguantaba el yugo,
es manso cervatillo
queriendo estar contigo…